(Productores de Pruebas 4) LA IGLESIA COMO CENTRO DE SANIDAD DE DIOS


  Dios ha puesto en nuestras manos la llave para ser testigos suyos. Dios desea que todos sus hijos tengan un ministerio de poder sobrenatural por medio del Espíritu Santo y así puedan ministrar a las necesidades de otros. Nunca fue el deseo de Dios que fuéramos individuos separatistas...miles de individuos independientes cada uno estudiando como hacer lo que mejor le plazca.
  Con toda certeza sabemos que los cristianos poseen diferentes niveles de espiritualidad y motivación...hay algunos que con mayor rapidez perciben y se apropian las verdades de Dios...y sobre ellos derrama Dios bendiciones, dones, y les da un llamamiento especial para servir a la iglesia.
Algunas escuelas poseen el potencial para formar in dividuos separatistas...quizás miles de individuos independientes que estudian como hacer lo que mejor les plazca.
PERO...esto que le voy a decir es una verdad muy importante...
¡DIOS DESEA QUE LA IGLÉSIA DE JESUCRISTO SEA EL CENTRO DE SANIDAD DE DIOS!
 Un día en que Jesús entro al templo de Jerusalén, vio algo muy parecido a lo que encontramos en nuestras iglesias hoy en día:
“Y hallo en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas,
y a los cambistas allí sentados.” (Juan 2:14)
  Jesús tenía una correcta y clara opinión de lo que era el trabajo de Dios, y cual era el propósito para el cual debía servir la casa de Dios. Lo que él encontró allí, de ninguna manera coincidía con el propósito verdadero. Jesús trato severamente este asunto:
“Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de casa de mi Padre casa de mercado.” (Juan 2:15-16)
  En una ocasión similar, Mateo 11:15-17 y Lucas 19:45-46, Jesús dijo:
“Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.” (Lucas 19:46)
  Al comparar esto con lo que sucede en nuestras iglesias hoy en día, podríamos espiritualizar de muchas formas. Muchas veces, lo que Dios desea que sea la iglesia, y lo que verdaderamente es, son dos cosas mucho muy distintas.
Seguido se pasa por alto el verdadero propósito y en su lugar substituimos muchas cosas innecesarias.
  La iglesia se ha convertido en un centro social.
  Se ha convertido en un centro recreativo.
  Se ha convertido en un centro para comités.
  Se ha convertido en un centro de costura.
  Se ha convertido en un centro de acción social.
  Se ha convertido en un centro de juego.
  Algunas de estas actividades son buenas y tienen su lugar y su tiempo... pero no es lo que Dios desea de su iglesia. Esta no es la tarea que nos dejo que hiciéramos.
  La iglesia puede ser un centro de oración y estudio Bíblico... y aun así errarle al blanco de Dios por un millón de millas al permitir que las necesidades humanas fuera del templo no sean suplidas
  El templo que Jesús visitó se había convertido en un centro de ventas, un mercado, pero Jesús tenía otros planes para el. El limpiar el templo, deshacerse de los males que existían allí, era sólo parte de ese plan. Había aun más.
Jesús limpió el templo pero El no se detuvo allí El hizo algo muy significativo. El envió a sus discípulos a hacer un trabajo.
JESUS DIO UN TRABAJO A SUS DISCIPULOS
  El dijo: “Yo esperare aquí. Vayan a los caminos, a los vallados, y a las plazas. Vayan a todos los lugares.
  “Y traedme a los enfermos, a los cojos. Traedme a los sordos, los mudos, y los ciegos. Vayan a la gente necesitada y háganla venir al templo.”
  El templo representa la Iglesia, el cuerpo de Cristo. Jesús dijo: “Echen fuera los métodos, los ritos, echen fuera todo lo que no haga otra cosa más que perder el tiempo en la casa de mi Padre.”
  “Esta no es cueva de ladrones. Es una casa de oración, un lugar de intercesión, un lugar donde las necesidades de la gente serán suplidas por el poder sobrenatural del Dios viviente.”
  “Traedme los enfermos, los cojos, y los ciegos. Traédmelos aquí a la casa de Dios... al templo.”
El les sano allí.
  Jesús repitió estas instrucciones a sus discípulos por medio de la parábola que se encuentra en Lucas 14:16-24, a la cual todos los invitados a una fiesta enviaron excusas del porque no podían asistir. Por medio de esta parábola ordenó a sus discípulos que trajeran a los necesitados al templo.
  El señor de la casa dijo a sus siervos:
“Ve pronto por las plazas y las calles de la dudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar. Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.” (Versículo 21-23)
¿Qué fue lo que Cristo enseñó por medio de sus actos y de la tarea que dio a sus discípulos?
El enseñó que la iglesia es el centro de sanidad de Dios. El enseñó que el hombre no es el centro de sanidad. El enseñó que el ministerio no es el centro de sanidad. El enseñó que los dones espirituales no son el centro de sanidad de Dios. Morris Cerullo no es el centro de sanidad. Ningún hombre es el centro de sanidad de Jesucristo.
  El propósito de este estudio y adiestramiento no es formar ministros con ministerios individuales, separatistas, aquí y allá, cada uno trabajando como mejor le parezca.
  El propósito es enfatizar la verdadera posición de la iglesia...el cuerpo de Cristo, la novia de Cristo... en el mundo de hoy.
  La iglesia de Jesucristo es en si, el centro de sanidad de nuestro bendito Señor.
Jesús dijo:
“Porque donde están dos o tres congregados en mí nombre, allí estoy yo en medio de ellos.” (Mateo 18:20)
  Ni los grandes ventanales, ni los hermosos coros, ni los grandes Órganos, sino la iglesia de Jesucristo, el cuerpo de Cristo, es el centro de sanidad de nuestro Señor.
SI LA IGLESIA HUBIERA PERMANECIDO FIEL
  Si la iglesia de Jesucristo hubiera permanecido fiel a su tarea, no habría necesidad del Centro de Alcance Mundial de la Escuela Ministerial. No habría necesidad de Morris Cerullo, ni de que ningún otro evangelista fuera a las ciudades y organizara cultos de sanidad divina.
¡Si la iglesia hubiera permanecido fiel a su tarea!
Pero, ¿cómo va a poder la iglesia salir e impartir sanidad al mundo si el 75 por ciento de los que se sienten en las bancas y se llaman animismos cristianos, bautizados con el Espíritu Santo toman pastillas y medicina? ¿Cuándo un gran número de ellos se encuentran hospitalizados y no pueden librarse del cáncer, de la ceguera, de sordera, y todo tipo de enfermedades y males?
Los principios expuestos en este libro, se han escrito con el propósito de guiar nuevamente a la iglesia y al ministerio hacia la tarea que la fue encomendada: ministrar eficazmente a las necesidades de la humanidad.
¡Si se ponen en acción estos principios, surtirán efecto!
Veamos el caso de un joven ministro de la Iglesia Bautista del Sur que asistió a nuestra Escuela Ministerial en Miami, Florida en 1977.
  El es Don Horton de Cherokee Falls, Carolina del Norte. He aquí una porción de su testimonio, el cual se publicó en nuestra revista VIDA PROFUNDA en Septiembre, 1978.
“Cuando yo veo la forma en que Dios tocó y renovó mi vida y mi ministerio a través de las enseñanzas y los mensajes del Rey. Cerullo, alabo a Dios que mis Ojos y mis oídos fueron abiertos a la verdad de su Evangelio.
“Conocí el ministerio del Evangelismo Mundial en 1976 y empecé a recibir la revista VIDA PROFUNDA. Seguido podía ver fotografías donde el Rev.  Cerullo predicaba a multitudes de 100.000 y creía que seguramente el era un ministro bautista como yo.
“En el mes de Agosto, 1977 recibí una invitación para asistir a la Escuela Ministerial en Miami Beach. La invitación hablaba acerca de un estudio profundo sobre el Espíritu Santo. Siendo que nunca había asistido a ninguna clase sobre este tema, me intereso muchísimo.
“Entonces yo no sabía que el Evangelismo Mundial era carismático, sino no hubiera asistido. Yo creía que sería como cualquier otro seminario.
“Fui a Miami en busca de una renovación en mi vida espiritual. Desde hacía algún tiempo sentía que hacía falta algo en mi ministerio. Me sentía hueco por dentro, no tenían ni poder ni profundidad mis predicaciones... como si lo que yo buscaba estaba a mi alcance, pero a la vez fuera de mi alcance.
“La primera noche de la Cruzada quede pasmado por el derramamiento del Espíritu Santo. El poder de Dios se manifestó grandemente, Como 300 o 400 personas fueron sanadas, y 700 recibieron salvación. Esto encendió mi corazón. Yo nunca había oído a nadie hablar en un idioma celestial, y aunque éste estaba sucediendo a mi alrededor, no sentí miedo. Dentro de mi ser empecé a desear el fervor que esta gente parecía tener.”
UN CAMBIO REAL
“Cuando regrese a casa, mi esposa y toda la congregación empezó a notar un cambio en mi. El primer domingo, después de mi regreso, Dios salvó a seis personas, sano a doce personas y treinta personas rededicaron sus vidas. Esa gente no podía creer lo que estaba sucediendo. Este tipo de cosas, simple y sencillamente nunca se veía en nuestra iglesia.
“Desde entonces, otros miembros de mi iglesia junto con mi esposa, han buscado y recibido poder a través del Espíritu Santo. Nuestra iglesia verdaderamente fue renovada y tiene un vigor que sólo un año atrás nadie hubiera creído que fuera posible.
  El Rey. Roberto Schwartz, un judío que encontró al verdadero Mesías en su vida también asistió a la Escuela Ministerial en Miami Beach. Como resultado, su misión de rescate en Galesburg, Illinois fue totalmente transformada.
  El Rey. Schwartz contó lo siguiente a un miembro de nuestro personal:
  “Cuando el Rev. Cerullo prometió en esa Escuela Ministerial, que al final de esa semana mi vida y mi ministerio nunca volverían a ser el mismo, el no pudo haber hecho una declaración mas profética que esa. Mi vida, mi vida cristiana, mi vida de oración, y mi vida ministerial, nunca ha vuelto a ser la misma.
  “Se nos han abierto puertas, hemos tenido grandes oportunidades, hemos visto milagros en nuestros cultos, tal y como nos enseñó el Rev. Cerullo. Podemos hacer las obras de Dios. Bien valió la pena, cada momento. Yo viajaría mil millas con tal de asistir a un seminario de esos. Hemos visto las almas recibir salvación, y sanidad. Por medio de observar a este hombre hemos aprendido, no sólo en sus sesiones en las mañanas, sino que también por las noches, como poner en acción las obras de Dios.”
APRENDER A HABLAR CON AUTORIDAD
“En sólo una semana en Miami, Dios obró grandes milagros en nuestras vidas. Aprendimos a hablar con autoridad. Aprendimos a permanecer firmes en la Palabra de Dios, aprendimos a derrotar al enemigo, y conocer quien es nuestro enemigo.
“Me gustaría enviar a cada uno de mis colaboradores al Centro de Alcance Mundial de la Escuela Ministerial en San Diego para que se adiestraran y luego regresaran al mundo en que ministramos.
“Yo estudie en la Escuela Bíblica. Estudie en una universidad, pero no aprendí en ellas lo que aprendí en una semana en la Escuela Ministerial.”
  ¡Son efectivas! Estas llaves pueden y efectivamente transforman iglesias, y a través de estas, comunidades enteras.
  En nuestros archivos tenemos muchos testimonios más de pastores de todas las denominaciones alrededor del mundo que han encontrado el secreto: la Iglesia es el centro de sanidad de Dios.
  Cada vez que abrimos las puertas de nuestra iglesia debe ministrarse a las necesidades que existan dentro de la iglesia.
  La iglesia debe ser la casa de Dios donde los enfermos, los necesitados y los perdidos puedan venir y encontrar una respuesta.
  Cada vez que se abre la puerta de un santuario, debe ministrarse salvación y sanidad.
  Los enfermos deben sanar.
  Las ataduras de la gente deben ser destruidas.
  ¡Debe haber liberación! Al ministrar el cuerpo de Cristo a la humanidad enferma de pecado, los milagros deben ser acontecimientos naturales.
  Cuando tenemos en nuestras manos la llave para poner en práctica las obras de Dios, no sólo recibimos este poder para ejercitarlo en nuestros propios ministerios...sino también para que la iglesia, el cuerpo de Cristo, regresé y ocupe el lugar que Dios desea...que sea el centro de sanidad donde se ministra a los corazones, vidas y cuerpos destrozados, y donde son sanados por el poder de Dios.


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