(Productores de Pruebas 1) MÁS ALLA DE LAS BENDICIONES. ..AL REINO DEL PODER


SALMOS 106.2 ¿Quién expresará las poderosas obras de Jehová? ¿Quién contará sus alabanzas?

JOB 42:14 He aquí, estas cosas son sólo los bordes de sus caminos; ¡Y cuán leve es el susurro que hemos oído de él! Pero el trueno de su poder, ¿quién lo puede comprender?

JUAN 6:28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?

La iglesia ha orado por años, pidiendo una experiencia más real con Dios.
Se han tenido avivamientos, ayunos, confraternidades, retiros, y reuniones de compañerismo. Las personas han recibido bendiciones palmeando sus manos, gozando de la presencia del Señor, han bailado en el Espíritu y han experimentado períodos de gran gozo y gran bendición. Es maravilloso ver todo esto. El problema con la iglesia es que año, tras año, tras año se ha detenido aquí en este punto y no ha entrado a la profunda relación espiritual que Dios desea otorgarle.
Hoy en día tenemos muchas cosas bellas en nuestros templos.
Tenemos edificios bellos, bellas togas, hermosas cruces, y hermosos ventanales. Tenemos grandes coros entonando bellas melodías. Tenemos reuniones de compañerismo, y cenas sociales.
Tenemos hombres detrás del púlpito que han cursado un seminario teológico de tres o cuatro años y conocen él significado de la homilética. Pueden desarrollar un bello sermón punto por punto.
Bautizan jóvenes, los casan cuando estos crecen, escuchan sus problemas, les secan las lágrimas, y entierran los muertos....pero aun cuando todas estas tareas diarias se cumplen, algo anda mal. ¡No es suficiente! Algo ha sucedido en la iglesia.

INFLUENCIA NEGATIVA

Lo que yo estoy compartiendo con usted es la condición general en la que se encuentra la iglesia hoy en día. Condición que pudiéramos  llamar “negativa.”
  A nadie le gusta tratar con el negativismo. Sin embargo, para poder cumplir nuestros objetivos y hacer las obras de Dios, debemos tratar con las cosas tal y como son. Debemos “quitarnos la careta.” Debemos enfrentamos a esa verdad a cuando esta sea dolorosa o sea contraria a lo que hemos creído todas nuestras vidas.
  He aquí una verdad que si usted la aprende, se satura de ella, y la utiliza, será una de las características más valiosas que usted pueda poseer.
Esa verdad se encierra en esto:
 Todo éxito se basa en tratar a la gente, a los lugares, y a todas las cosas tal y como son, no como usted quisiera que fueran.
 El éxito también es esto:
Tratar a la gente tal y como es, no como es usted. Si usted esta negociando con un charlatán, debe negociar con él como tal. Usted podrá ser la persona más honesta y correcta de todo el mundo, pero usted no puede negociar con este charlatán como si él fuera honesto, y medirlo con el nivel moral o ético suyo. No puede confiar en él. Le robara todo, y lo dejara a usted en la calle.
Para poder tener éxito, debe tratarlo como charlatán. Usted tiene que hacerlo firmar su nombre, llevar ese documento al notario público, notarizar la firma, cobrar su dinero y guardarlo en la caja fuerte, de la cual sólo usted tiene llave. Usted trata con un charlatán como lo que es... para poder obtener éxito.
Ahora, toda verdad es paralela.
También tenemos que tratar cada situación como lo que es.
La Biblia dice: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan 8:32)
La realidad de las cosas es que hoy en día la iglesia, los ministros, y los laicos estamos en problemas Estamos en grande problema
Nunca podremos cambiar esta situación simplemente ignorándola o haciendo de cuenta que ésta no existe. Es tiempo de quitar todo obstáculo y salir de la rutina en que estamos acostumbrados a cosechar La rutina en la que la iglesia ha vivido por cientos de años Debemos enfrentamos al  problema y buscar una nueva revelación, un descubrimiento que nos lleve más allá de lo que actualmente vivimos.
Uno de los más graves problemas de la iglesia es que ha olvidado una de las más grandes enseñanzas de Jesús.
  La iglesia conoce la Escritura Puede recitarla de memoria. Pero ha pasado por alto una gran verdad. Esta verdad esta relacionada con el Espíritu Santo, y es una “bomba” espiritual.
  Este libro no contiene un discurso sobre el Espíritu Santo. Sin embargo, el Bautismo en el Espíritu Santo es mucho más que una experiencia a la que comúnmente nos referimos como “un derramamiento carismático.” Tiene que ser mucho más de lo que la tradicional iglesia Pentecostés esta experimentando.
Las Escrituras nos enseñan claramente que Dios nos dio el Espíritu Santo como nuestra arma más poderosa para alcanzar al mundo. Pero la iglesia ha pasado esto por alto.
He aquí la “bomba” relacionada con esta verdad. Cuando Cristo Jesús prometió que vendría a nosotros la tercera persona de la Trinidad, el Espíritu Santo, nunca nos prometió que hablaríamos en lenguas.
  Yo creo en la manifestación de éstas, y el orar en el idioma del Espíritu Santo. Yo lo práctico diariamente.
            Pablo dijo:
“Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros.”
(1 Corintios 14:18)
Yo creo que todo aquel que habla en un idioma desconocido no habla a los hombres sino a Dios.
“Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.” (1 Corintios 14:2)
  Sin embargo, en ningún lugar de las Escrituras, encontrará usted que la promesa del Bautismo del Espíritu Santo, dada por Cristo Jesús, depende de la manifestación del don de lenguas.
  Yo no estoy diciendo que el hablar en otras lenguas no es evidencia de lo que llamamos el Bautismo con el Espíritu Santo. Hay gran evidencia escritural que esta manifestación existió en las vidas de aquellos antiguos cristianos.
  Sin embargo, existe una tragedia en la experiencia carismática pues nuestra relación con el Espíritu Santo hoy en día es ésta:
  Muchas personas de diferentes denominaciones que se han criado en un ambiente con muchos métodos denominacionales han sido atraídas por el Espíritu Santo a la libertad de la alabanza carismática. Experimentan el gozo, la gloria y libertad del Espíritu Santo.       Cuando llega el avivamiento, y lo que llamamos la llenura del Espíritu Santo, se empapan con el gozo de esta experiencia y se detienen allí en esa bendición, siendo que Dios tiene   mucho más para ellos.
Jesús dijo:
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo...”
(Hechos 1:8)
Las personas nunca, o muy raramente continúan esta experiencia espiritual y su búsqueda de Dios. No la utilizan como poder para penetrar con ella el mundo espiritual y así obtener PODER  para ser testigos.
He aquí lo que sucede:
                                                       
NO SIGUEN LUCHANDO EN FE Y ORACION PARA LLEGAR AQUI---->PODER DEL ESPIRITU SANTO
(La mayoría llega aquí y se detiene)
                   Bendiciones                                                                 Paso3
                                                                                                        Hablan en otras lenguas             
                                                                                          “¡Gloria a Dios — lo tengo!”
                                                                   Paso 2
                                                                  Sienten las llamas
                                                          de fuego...
Paso l
Buscan a Dios con
manos levantadas...

Yo diría que el 99.9 por ciento de la iglesia y el 99.9 por ciento de todos los pentecostales se han detenido aquí en las bendiciones. Se han detenido en las lenguas. Se han detenido en este sólo don del Espíritu Santo.
Han fracasado en sobrepasar el limite de las bendiciones y llegar a la promesa de Jesús ¿Cuál fue la promesa de Jesús?
PODER
El dijo:
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8)
  El no dijo: Recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo que os dará la habilidad de hablar en otras lenguas, en el idioma del Espíritu Santo.
El dijo: “me seréis testigos.”
He aquí otra “bomba.”
Yo he ministrado a miles de ministros, a personas de todos los niveles de vida. Pero yo no puedo señalar ni siquiera a 100 personas en este mundo que crea yo han alcanzado la experiencia que Dios quiere para nosotros... el BAUTISMO... el BAUTISMO... del Espíritu Santo.
   Yo puedo mostrarle miles de personas que son bendecidas. Puedo mostrarle miles de personas que salen a hablar de Cristo Jesús. Puedo mostrarle miles de personas que hablan en otras lenguas y que experimentan gran gozo en alabarle.
Sin embargo, en más de 30 años de ministerio, no he encontrado a 100 personas que yo pueda señalar y de quien yo pueda decir: “Yo veo en esa persona algo llamado poder, la investidura del Espíritu Santo, para dar testimonio de Cristo Jesús.”
  Quizás ésa sea la razón por la cual el mundo de hoy nunca ha oído hablar de Cristo Jesús.
Yo le dije que no me gusta ser negativo. Esa palabra me molesta. Pero usted no puede producir el ingrediente que hace falta en nuestras iglesias hoy en día, sin que exista el negativismo Es totalmente imposible. Se necesita ese negativismo para producir el poder que necesitamos.
  Un electricista me dijo que para producir una corriente eléctrica y encender con ella un foco, se necesitan dos alambres. Uno se llama positivo y el otro negativo. Usted necesita pelar esos alambres y conectar un alambre de cada lado del enchufe. Pero debe pelar todos los alambres para esto.
  Si usted conecta sólo el alambre positivo y lo enchufa, no obtendrá ninguna corriente. No habrá luz para disipar las tinieblas Se necesita unir lo positivo y lo negativo Cuando usted hace esto y lo enchufa, obtiene luz.
  La luz disipa las tinieblas, pero a fin de alcanzar esto, necesita también el ingrediente negativo
  En el reino espiritual usted necesita tratar con este ingrediente negativo a fin de producir la luz que buscamos. Usted necesita estar dispuesto a quitar todo obstáculo. Usted necesita estar dispuesto a enfrentarse a las cosas, tal y como son, no como le gustaría a usted que fueran.
  Como ganadores de almas para Dios, estamos haciendo un trabajo pésimo.
  Estamos perdiendo a Asia. Estamos perdiendo al África. Estamos perdiendo a Sur América. Estamos perdiendo las naciones del mundo. La mitad de la población del mundo en tero jamás ha oído hablar de Jesús ni siquiera una vez.
  Yo no dije que la mitad del mundo ha rechazado a Cristo. No dije que la mitad del mundo le ha dado la espalda. Dije que la mitad de la población del mundo entero jamás ha oído el nombre, Jesús, ni siquiera una vez. Esto es una terrible realidad.
  La razón por la cual existe eso es porque nos hemos detenido en las bendiciones, y no hemos luchado por alcanzar el poder que Dios desea damos para que hagamos Su trabajo.
  Personas pentecostales, personas bautizadas con el Espíritu Santo, reciben muchas bendiciones emocionales, pero Jesús no dijo: recibiréis bendiciones...
  Lo que Jesús dijo fue esto: “Recibiréis PODER...”
  Nos detenemos en las lenguas, en las bendiciones, en el principio de una relación de gozo con el Espíritu Santo. Allí paramos. Allá muy a lo lejos, vemos a alguien luchar por llegar más allá. Y muy pocos realmente pasan a recibir el poder.
  Muchos reciben bendiciones poderosas, pero no alcanzan lo necesario para echar fuera demonios. No reciben lo necesario para orar por la sanidad de los enfermos. Sin embargo, ése es el trabajo que Cristo nos mando que hiciéramos.
¿Cuál es la respuesta? ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?
Para poner en práctica las obras de Dios debemos estar dispuestos a ir más allá de donde actualmente estamos.

No debemos detenemos en este punto de bendición en nuestra vida. Debemos penetrar en el reino mismo del Poder de Dios.
Por la gracia de Dios llegaremos a ese lugar

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