(Productores de Pruebas 3) ¿SON LOS MILAGROS UN MINISTERIO CARNAL?


¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? (S. JUAN 6:28)
  Esta pregunta bíblica es la base sobre la cual se basan las enseñanzas de Productores de Pruebas. Esta pregunta fue dirigida a Jesús por aquellos quienes acababan de presenciar uno de los más grandes milagros hechos por Jesús durante su vida aquí en la tierra. Este milagro fue el alimentar a 5.000 hombres, además de las mujeres y los niños, con sólo cinco panes y dos pececillos la comida que trajo un niño.
“Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe, ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo:
Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido. Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.” (Juan 6:2.14)

  Este milagro fue de mayor magnitud que lo que parece a simple vista. El relato de Juan nos dice que había 5.000 hombres allí, pero además sabemos que también había niños, ya que un niño fue el que llevó los panes y los pececillos. Y también había mujeres allí.
El relato de Mateo, acerca de este incidente dice:
“Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.” (Mateo 14:21)
  La Biblia no dice cuantas mujeres y niños había allí, pero normalmente las mujeres exceden en número a los hombres en toda reunión. Pero seamos conservadores, digamos que había allí 5.000 mujeres. La familia típica en Norte América es de cuatro personas, pero en aquellos días la gente no formaba familias, formaban tribus Había 20, 30, o hasta 40 hijos en una sola familia. La magnitud de este milagro no es muy clara cuando sólo decimos 5.000 hombres. Bien pudo haber habido 20.000 hombres, mujeres, y niños en aquel lugar. Jesús les hizo recostarse Tomo los panes, dio gracias y entrego la comida a sus discípulos para que ellos la distribuyeran a la multitud. La gente se sació completamente. Cuando los discípulos recogieron todo lo que sobró, recogieron 12 cestas llenas, después de que todos habían comido.
UN PROPOSITO DIVINO
El propósito divino de este milagro se esclarece en el siguiente versículo:
“Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron:
Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo” (Juan 614)
Un solo milagro...y 5.000 hombres vieron a Jesús y declararon: “El es el profeta.” ¡Un solo milagro!
No podemos imaginarnos cuantos de los niños y las mujeres allí presentes también creyeron esto.
Es por esto que deseo enfatizar y reenfatizar que el sólo predicar no salvará este mundo. Hoy en día tenemos predicadores astutos y sutiles, pero vea usted la condición espiritual en que estamos.
¡Un solo milagro!
  Un solo acto de Dios, genuino, sobrenatural, una sola intervención de Dios en los asuntos humanos y 5000 hombres dijeron: “El es el profeta que había de venir al mundo. Yo creó verdaderamente que Él es.”
No sólo creyeron que Él era el que había de venir, sino que en el siguiente versículo encontramos que quisieron tomarlo y hacerlo rey. El tuvo que escapar de entre ellos, porque de otra manera lo hubieran alzado sobre la multitud, entrado con él a la ciudad, y lo hubieran aclamado Rey de los Judíos.
 ¡Un solo milagro!
 Jesús utilizaba los milagros para llamar la atención de la gente y para demostrar el poder de Dios. Recuerde la frase clave que aprendimos en el Capítulo Dos:
TODA VERDAD ES PARALELA
 Todo cuanto Jesús habló e hizo... sus hechos, sus prioridades, sus métodos... son paralelos para nuestros hechos, prioridades y métodos hoy en día.
 Al estudiar los paralelos y los métodos de Jesús, debemos examinar uno de los ingredientes más sobresalientes de su ministerio... los milagros.
Al hacer las obras de Dios, ¿Qué tan importantes son los milagros?
  Seguido, aun desde los púlpitos, oímos frases corno ésta:
  “Vea a toda esa gente. Lo único que buscan son milagros y sanidades. Todo lo que quieren es recibir milagros, milagros, milagros, sanidades, sanidades, y sanidades. ¡Ojala no fueran tan carnales!”
  He escuchado por la televisión, a los grandes maestros denominacionales de hoy sembrar confusión en las mentes del pueblo de Dios con declaraciones como ésta. Escuché a uno decir “Cuando usted anda en busca de los milagros, usted sólo persigue panes y pececillos. Los milagros son un ministerio camal. Lo único que hacen es satisfacer la carne.
Es necesario establecer una lista de prioridades. A fin de hacer esto, debemos contestar la siguiente pregunta. ¿Es el ministerio sobrenatural... el ministerio de sanidad divina... el ministerio de los milagros... sólo un ministerio carnal? ¿Es sólo un ministerio de panes y pececillos? ¿Es el ministerio de sanidad divina el ministerio de milagros, el ministerio de cosas sobrenaturales, el verdadero ministerio de Jesucristo?

PORQUE SEGUIAN LAS MULTITUDES A JESUS
  La Biblia es muy clara, no se anda con rodeos. Dice clara y abiertamente el porque las multitudes seguían a Jesús. Ellos le seguían por causa de los milagros que él hacía. Le seguían porque le veían abrir los ojos de los ciegos, abrir los oídos sordos, y a los paralíticos caminar. Ellos veían los milagros, y seguían a Jesús por estos milagros.
“Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos.” (Juan 62)
 Jesús conocía sus pensamientos y sus deseos El sabía por que le seguían Sin embargo, no los despedía El no los reprendió, ni los castigo.
 Jesús no les dijo “Por qué no vienen a mi para que yo les enseñe acerca de las cosas profundas de Dios ¿Por qué no vienen a escuchar la ley y los profetas? ¿Por qué no asisten a un largo sermón y a una serie de enseñanzas sobre como profundizarse a si mismos en las cosas de Dios?”  “Si ustedes me siguen por estas causas entonces estoy de acuerdo. Pero, como sólo me siguen por los milagros, váyanse de aquí. No quiero tener nada que ver con ustedes.”
Jesús no dijo eso. El no los alejo de sí. El los recibió con los brazos abiertos.
El nunca rechazó a una persona que le seguía por causa de sus milagros.
La mujer con flujo de sangre... el ciego que le clamo... el leproso que vino a El...el padre del muchacho poseído de un demonio el cual los discípulos no pudieron echar fuera...la mujer siro fenicia que se puso asimisma en el lugar de los perrillos y dijo: “Pero aún los perrillos, debajo de la mesa, comen de las migajas de las hijos”...El nunca rechazo a nadie. El les sano a todos y a cada uno de ellos.
¿Por qué?
Porque Cristo Jesús vino con este propósito:
”Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.” (1 Juan 3:8)

El vino con este propósito:
“Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos... Y enrollando el libro, lo dio al ministro... Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.” (Lucas 4:17-18, 20-21)
El vino con este propósito: destruir las obras del diablo...abrir los ojos de los ciegos...sanar a los enfermos...resucitar a los muertos...limpiar a los leprosos. El vino con este propósito.
  El propósito de Dios es impartir sanidad, impartir amor, impartir gozo, impartir paz a un mundo necesitado. El mundo se encuentra atormentado. Sufre dolor, tristeza, enfermedad.
PORQUE VINO JESUS
Jesús vino al pecador
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”  (Lucas 19:10)
El vino a buscar al enfermo y al afligido:
“Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban.” quedaban sanos.” (Marcos 6:56)
El vino al agobiado:
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” (Mateo 11:28)
El vino a transformar vidas... cuerpo y espíritu, y este también es el propósito de todo hijo de Dios que conoce esta relación.
¿Cómo podemos llevar a cabo este propósito en nuestras propias vidas y ministerios?
Para ello, debemos preguntamos esto asimismo:
  Cuando nos enfrentamos a las obras de Dios, cuando vemos las manifestaciones del poder sobrenatural del Dios viviente, ¿Estamos acaso experimentando algo camal? ¿Estamos tratando sólo con lo exterior? ¿Estamos tratando sólo con aquello que opera en las emociones de la gente? ¿Estamos tratando con algo superficial?
...O, ¿Acaso existe tal cosa como una profunda relación por la cual podemos declarar. “La sanidad no es importante. Los milagros no son importantes. Las manifestaciones del poder sobrenatural dentro de la iglesia de Dios no son importantes?
  Estas profundas verdades son más importantes. ¿Acaso es esto verdad?
  Hoy en día se imparten grandes enseñanzas, profundas enseñanzas. Son necesarias. Debemos tenerlas. Las necesitamos. Sin embargo, uno de los errores que hemos hecho es que al enfatizar ciertas verdades, nos hemos convertido en críticos de otras áreas de las cuales no tenemos un amplio conocimiento.
  Puede haber quien enseñe efectivamente a la gente como ser Hijos de Dios, pero acerca de milagros no sabe nada. A fin de hacer sus propias enseñanzas parecer más importantes, critica a aquellos cuyos ministerios tratan con áreas de lo sobrenatural, o viceversa.
  Debemos tener cuidado de no hacer esto.
  A mucha gente le gusta enseñar. Es una inspiración muy popular. Es fácil enseñar. Cualquier persona lo puede hacer. Lo que se necesita es una mente inteligente, un buen diccionario, una buena concordancia, la habilidad de explicar a la gente lo que significan las palabras; y por supuesto un poco de carisma para presentar los estudios.
  Cualquier persona puede enseñar.
  Es fácil enseñar, relativamente hablando...pero el tomar un grupo de estudiantes, llevarlos al campo mismo, ver el sufrimiento de la humanidad, ver cara a cara las obras del enemigo...poner en práctica toda la teoría y teología que se tiene... eso es totalmente diferente.
  El ministerio de los milagros, de la sanidad y las obras sobrenaturales, deberán ser una relación normal y natural del cuerpo de Cristo.
  Si la iglesia de Cristo hubiera permanecido fiel a su tarea, viviéramos en un mundo totalmente distinto hoy en día.
FIEL A SU TAREA
  Jesucristo permaneció fiel a su tarea. El nunca se desvió. La gente trato de involucrarlo en la política de aquellos días, pero él no se involucro. El permaneció fiel a su tarea.
  El dijo:
“Yo he venido para que tengan vida, y para que la tenga en abundancia.” (Juan 10:10)
El dijo
“...Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.” (Mateo 22:21)
  Lo dijo en todas las formas en que le fue posible. Su mensaje siempre fue el mismo Yo he venido para que tengan vida He venido a sanarles He venido a abrir los ojos de los ciegos He venido a abrir los oídos de los sordos He venido a libertar a los cautivos
  He venido a romper las cadenas del enemigo He venido a derrotar y a destruir el poder del diablo. Es por esto que he venido. He venido para que tengan vida, y vida en abundancia.
  El lo dijo de toda forma. El nunca cambió su tarea. Cuando la gente venía a El en busca de milagros, El no les reprendió. Cuando ellos venían a El con necesidades físicas, El no les reprendía.
  Nunca le dijo, ni siquiera a una sola persona, que la voluntad de Dios era que ella llevara esa ceguera, sordera, lepra, parálisis, o cualquier otra enfermedad.
  Jesús tenía la respuesta a sus necesidades. Nuestra tarea es hacer lo que Jesús nos dijo que hiciéramos, y de lo cual él nos dejo ejemplo:
  Suplir las necesidades de la humanidad perdida y enferma.
  Ese es el trabajo de Dios.
  No importa que tan maravilloso sea, el predicar solamente  nunca salvará al mundo.
  ¿Qué desea El que hagamos?
  La respuesta es muy sencilla
  El dijo:
“Como me envío el Padre, así también yo os envió.” (Juan 20:21)
  Levante sus manos y mírelas. En ellas desea Jesús depositar la llave para producir pruebas.
  La llave es el poder sobrenatural de nuestro Dios quien es hacedor de milagros.
  Nunca debemos avergonzamos de ello. Debemos cultivarlo y ponerlo por obra. Nuestras vidas y ministerios deben producir el poder de Dios.
El futuro éxito de las obras de Dios en estos últimos días no esta en las manos de los grandes predicadores. Está en las manos de gente sencilla, hombres y mujeres...está en las manos de gente como usted quien ha encontrado la respuesta a la pregunta:
¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? (Juan 6:28)


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