LA MADUREZ ESPIRITUAL 2


EL HIJO NEPIO

Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño. ( nepios,νήπιος) (Heb. 5:13)
 Comencemos con la palabra “nepio” que describe el primer nivel de madurez espiritual.

¿Qué significa ser un hijo “nepio”?

Es un hijo inmaduro e infantil en su manera de hablar y actuar. En lo natural, en los tiempos antiguos,“nepio” era el niño de cero a dos años (0-2). Es la edad donde el niño no habla bien, está aprendiendo a caminar, se lleva todo a la boca, no sabe qué es bueno y qué es malo, hace cosas sin sentido; en fin, “todo se le da en la boca” ¿Cuáles son las características de un “nepio” en lo espiritual?

1. Es movido y agitado emocionalmente por las circunstancias. «Entonces le respondió Pedro, y dijo: —Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: —Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: —señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, lo sostuvo y le dijo: —Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?» Mateo 14.28-31 En este caso, vemos cómo Pedro fue movido por el fuerte viento. En vez de continuar con sus ojos puestos en Jesús, los puso en las circunstancias.

2. Es alguien que no tiene ninguna resistencia, ninguna fuerza o fortaleza espiritual. No tiene ningún fundamento sólido. «Aconteció que, yendo de camino, entró en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Ésta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Marta, en cambio, se preocupaba con muchos quehaceres y, acercándose, dijo: —Señor ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: —Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria, y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada». Lucas 10.38-42

En el versículo 40, nos habla que Marta está moviéndose en círculos. “Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres”. La palabra preocupada significa arrastrarse, dando vueltas en círculos. Ésa es la condición de una persona afanada, turbada y ansiosa, y todo esto ocurre como resultado de no confiar en Dios. Un hijo nepio siempre está dando vueltas en círculos, siempre tiene los mismos problemas personales, familiares y otros. Un niño en lo natural, siempre espera que le den la comida, porque no puede comer por su cuenta.

3. El niño en Cristo se ofende fácilmente. Una persona inmadura es susceptible a todo; por ejemplo: se ofende por el mensaje que predicó el pastor, se ofende porque no lo llaman, se ofende cuando no lo toman en cuenta, se ofende porque se le habla de dinero, se ofende cuando es corregido, se ofende cuando no lo saludan; en fin, se ofende por todo. Éste es el tipo de creyente que se le tiene que estar dando masajes espirituales para que continúe adelante.

4.Una persona que se ofende fácilmente no puede ser un líder.

Algunas veces, he tenido el caso de hombres súper sensibles que no se les puede hablar como hombres masculinos, sino como se le habla a una mujer, porque de otra manera se ofenden y se van de la iglesia. Veamos el caso de algunos discípulos cuando Jesús les habló fuerte. «Al oír esto, muchos de sus discípulos dijeron: —Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: — ¿Esto os escandaliza?» Juan 6. 60, 61 Jesús comienza a hablar acerca de aquellos que lo buscan por los panes y los peces y no por lo que Él es. Después, comienza a hablar que El es el pan de vida, por lo tanto, debemos comer su carne y beber su sangre. Debemos negarnos a nosotros mismos, tomar nuestra cruz cada día y seguirlo a Él, teniendo en cuenta que todo tiene un precio. Esto causó que muchos discípulos se ofendieran. Ahora, ¿qué les sucedió? «Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás y ya no andaban con El. Dijo entonces Jesús a los doce: — ¿Queréis acaso iros también vosotros? Le respondió Simón Pedro: —Señor ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna».
Juan 6.66-68 Hoy encontramos muchos líderes creyentes, que se van de las iglesias porque les ofendió el mensaje del pastor, les ofendió cómo los trataron o tuvieron una discusión con alguien en la organización. Estas personas perdieron la bendición de Dios porque se hirieron fácilmente, y esto demuestra que todavía siguen siendo nepios (niños en Cristo) que no han madurado, que todavía tienen una chupeta o un “tete”; a esos, tenemos que ayudarlos a crecer.

5. El niño es fácilmente engañado. Cualquier doctrina falsa o cualquier movimiento falso, lo engaña porque no tiene fundamento bíblico. En lo natural, el niño de esa edad se lo lleva todo a la boca. De igual manera, el niño espiritual recibe todo lo que le dan. «Así ya no seremos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error... » Efesios 4.145. El nepio no tiene discernimiento espiritual. Cuando usted ve a un niño de cero a dos años(0-2), se da cuenta que no puede discernir entre el bien y el mal ni entre lo justo y lo injusto; no tiene sentido común porque es un niño. Así mismo sucede en lo espiritual, no puede ver el peligro, y necesitamos ayudarlo a crecer para que no caiga.

6. Bebe leche y no alimento sólido. En lo natural, a un niño no se le puede dar alimentos sólidos, tales como: carne, papa, pollo o yuca, a menos que se le corte en pedacitos, porque se atraganta o se ahoga. Así mismo ocurre en el ámbito espiritual, si se le habla muy profundo, no entiende y se atora. Lo más triste es que hay muchas personas que tienen mucho tiempo en el evangelio y todavía tienen la necesidad de recibir leche cuando ya deberían estar recibiendo alimentos sólidos. ¿Por qué ocurre esto? Porque son personas conformistas que no hacen nada por progresar ni por crecer; están contentos con la palabra que reciben y se conforman con ir todos los domingos a beber “la leche vieja” y a estar sentadas en una banca. ¿Se encuentra usted en esta etapa? ¿Es usted movido por las circunstancias? ¿Es uno que siempre está en un círculo vicioso? ¿Se ofende fácilmente? ¿Es demasiado susceptible a la gente o al dolor? ¿Ha sido engañado o confundido por alguna enseñanza anti bíblica? ¿Tiene usted discernimiento espiritual o ha sido engañado varias veces? ¿Tiene usted necesidad de leche? Si usted es honesto y acepta que es un nepio, un niño inmaduro en alguna o todas estas áreas, entonces éste será un paso para trabajar con su crecimiento espiritual.
«Debiendo ser ya maestros después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios, y habéis llegado a ser tales, que tenéis necesidad de leche y no de alimento sólido». Heb. 5.12

7. El hijo nepio es celoso y contencioso.
Una señal de una persona inmadura es el celo y la contienda; se enoja cuando ve la prosperidad de otros, es contencioso y, además, pelea por cosas pequeñas. «De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 0s di a beber leche, no alimento sólido». 1 Corintios 3.1

 ¿Qué podemos hacer para pasar a otra etapa de madurez?

 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño». 1 Corintios 13.11 La frase clave es: “mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño “. Si deseamos pasar a otra etapa de madurez, la clave está en tomar una decisión de cambiar. Es necesario dejar la malacrianza, la “chupeta”, el ofendernos por todo, el círculo vicioso de estar siempre en problemas, en chisme, entre otros.

Mi recomendación es que no le dé autoridad ni responsabilidad a una persona que está en esta etapa de nepio porque la va a usar mal y va a herir a otros.

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