DECISIONES ESTÚPIDAS!!


¿Cómo es la mentalidad de los que toman malas y buenas decisiones?

Y Jefté hizo voto a Jehová, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis manos, cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto. Y fue Jefté hacia los hijos de Amón para pelear contra ellos; y Jehová los entregó en su mano. Y desde Aroer hasta llegar a Minit, veinte ciudades, y hasta la vega de las viñas, los derrotó con muy grande estrago. Así fueron sometidos los amonitas por los hijos de Israel. Entonces volvió Jefté a Mizpa, a su casa; y he aquí su hija que salía a recibirle con panderos y danzas, y ella era sola, su hija única; no tenía fuera de ella hijo ni hija. Y cuando él la vio, rompió sus vestidos, diciendo: ¡Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú misma has venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado palabra a Jehová, y no podré retractarme.)Ella entonces le respondió: Padre mío, si le has dado palabra a Jehová, haz de mí conforme a lo que prometiste, ya que Jehová ha hecho venganza en tus enemigos los hijos de Amón. Y volvió a decir a su padre: Concédeme esto: déjame por dos meses que vaya y descienda por los montes, y llore mi virginidad, yo y mis compañeras. El entonces dijo: Vé. Y la dejó por dos meses. Y ella fue con sus compañeras, y lloró su virginidad por los montes. (Jueces 11:30-38 )  

Acá tenemos una historia de un hombre llamado Jefté, un luchador, un guerrero. Va a pelear contra el enemigo y hace una extraña promesa a Dios, le dice: “Si vos me das triunfo, el primero que salga a recibirme, yo lo mato. Yo te lo entrego en sacrificio humano”. Cuando volvió de la guerra, la primera que salió fue su única hija, bailando, porque se habían enterado de la victoria. Cuando el papá la vio, dijo: “¡Cómo pudiste hacer eso! Yo hice un pacto con Dios y le dije que cuando gane la batalla, el primero que saliera de mi casa lo iba a matar, en sacrificio”. La hija se puso a llorar y le dijo: “Nunca me voy a casar, permitime hacer dos meses de duelo y luego matame”. Y dice la historia bíblica que este papá sacrificó a la hija.

Este hombre representa las estupideces que una persona puede hacer y las decisiones tontas que puede llegar a tomar.  

- Muchas personas confunden el mal manejo de las cosas o tomar malas decisiones con el destino. Hoy vos estás de acuerdo a las decisiones que tomaste ayer y mañana estarás en el lugar de acuerdo a las decisiones que tomes hoy.
Decisión es el poder que Dios te dio para que vos puedas guiar tu vida. Tu futuro te va a encontrar de acuerdo a las decisiones que tomes. Y yo he visto gente, en estos diez años de ministerio, gente maravillosa, gente que ama a Dios, gente que ha peleado batallas en el nombre del Señor, que ha tomado las decisiones más estúpidas que jamás tomaron. Y por una decisión tonta, perdieron todo lo que Dios le había prometido.
Jefté le promete a Dios que va a sacrificar al primero que salga de la casa, y ¿quién iba a salir de su casa? Un familiar.

- Jefté representa al hombre que no piensa y que hace pactos, promesas estúpidas, que toma decisiones tontas. La hija de Jefté representa nuestro potencial, hay gente que ha sacrificado su potencial, hay gente que ha sacrificado su herencia, que ha matado su capacidad por una mala promesa, una mala decisión en el nombre del Señor. Jefté podría haber pensado en otras alternativas, Jefté podría haber dicho: “Señor, si vos me das el triunfo, yo no voy a matar a nadie, voy a hacer una festichola y nos vamos a emborrachar todos”. Jefté podría haberle dicho: “Señor, si vos me das el triunfo, yo prometo toda mi vida servir tu nombre; o yo prometo, Señor, que mi casa va a ser un santuario; o yo te prometo que siempre voy a hablar de ti”. Tantas cosas que Jefté podría haber decidido, sin embargo decide estúpidamente hacer un sacrificio humano: Jefté mata a su hija porque en el fondo de su corazón, él siempre tuvo un problema consigo mismo con ser hijo. La Biblia nos enseña que era hijo de una prostituta y los hermanastros lo habían echado por esta causa. O sea, Jefté siempre tuvo un problema como hijo, y ese problema no resuelto en el fondo de su corazón le llevó, conciente e inconscientemente a tomar una decisión de destruir a su propia hija. Cuando una persona no resuelve sus conflictos interiores siempre va a tomar decisiones estúpidas. 

- Jefté representa a las personas que toma decisiones estúpidas, porque podría haber leído mejor Levítico y haberse enterado que cuando uno no cumplía un pacto o una promesa, tenía que hacer una ofrenda monetaria de 90 pesos. O sea, Jefté podría haberle dicho: “Señor, yo me equivoqué, me fui de boca, ¿Cómo voy a matar a un ser humano en tu nombre si vos aborrecés los sacrificios? Pero en Levítico dice que cuando uno no cumple un pacto, uno tiene que dar una ofrenda de 90 pesos. Señor, yo te doy 180 y quedate con el vuelto”.  

- Jefté representa a la gente que toma decisiones tontas por ignorancia. Es la gente que se queda toda la vida en una iglesia legalista, pensando que la va a cambiar. Gente que se pone debajo de una cobertura espiritual en pecado. Gente que toma decisiones y ve los años pasar por malas decisiones. 

Seis maneras de tomar decisiones estúpidas 

1º Una decisión estúpida es la que está basada en la fantasía
Hay gente que no piensa con la cabeza, piensa con la imaginación. Por ejemplo, imagina, imagina y decide por la imaginación; por eso, toma decisiones estúpidas. Por ejemplo, viene alguien y le dice: “¿Querés tomar un café?”, y la chica ya escucha la marcha nupcial, ya se vio entrando a la iglesia con el vestido de novia, cuántos hijos va a tener. El hombre la invitó a tomar un café, pero un café en la mente de esa mujer, guiada por la fantasía, es un casamiento. Hay hombres que dicen: “Yo con mi mujer no funciono, pero con esa minita voy a gozar mejor”. Entonces, estúpidamente, están basados en la fantasía ilusoria de creer que con otra persona van a ser mejor o más felices. Es gente que no piensa porque decide en base de la fantasía.
Eso le paso a Sansón, que se durmió en la falda de Dalila, y cuando se despertó, dijo: “No importa, me levantaré como otras veces y pelearé y Dios estará conmigo”. Pensaba que Dios iba a estar con él cuando jugaba con las cosas del Señor. Porque hay gente que, en vez de pensar en la palabra, piensa con la fantasía.
Vos vas al médico y le preguntás: “¿Cómo estoy?”, “Está muy bien, cuídese”. Entonces te vas y pensás: “¿Por qué me dijo cuídese? No me dijo cuidate, loco. Me dijo cuídese. Este descubrió un cáncer mortal y no me lo quiere decir”.
Hay gente que le pasa alguien por al lado y no lo saluda, y en vez de pensar, usa la fantasía. 
Decí: “Nunca voy a decidir en base a la fantasía” 

2º Nunca voy a decidir basado en mis conflictos
Hay gente que tiene conflictos no resueltos y eso es lo que lo motiva a decidir. Por ejemplo, vos tenés muchas deudas, y le decís al Señor: “Quiebro la deuda, piso, rompo la deuda”. Pero tu problema no es con las deudas, es con el dinero: no sabés administrarlo o tenés maldiciones familiares que te hacen sentir que no podés manejar el dinero. Entonces, tu problema no son las deudas, es que vos cada vez que decidís un tema que tiene que ver con finanzas, te va mal porque vos no sanaste tu conflicto interior.
Podés salir con 20 hombres de distintos nombres, pero seguir teniendo el mismo problema. A la mujer golpeada ¿qué le pasa? Deja uno y elige otro, este la sigue golpeando, la sigue engañando. Y dice: “Pastor, ¿por qué todos los desgraciados me los pego yo?”. Porque vos tenés un conflicto más profundo que se llama Miedo al abandono. Un conflicto más profundo que se llama Adicción a la gente. Hasta que vos no sanes este conflicto, siempre tus conflictos te van a empujar a decidir equivocadamente. Por ejemplo, si sos una persona resentida, vos no vas a decidir en función de Dios, vas a decidir en función de tu resentimiento. Si sos una persona con odio, vas a decidir en función de tu odio. ¿Cuántas decisiones hemos tomado basadas en nuestros conflictos no resueltos? 

3º Decisiones estúpidas basadas en lo que dice la gente
Hay gente que toma decisiones basadas en las opiniones de los demás. “Tené cuidado con tal persona, porque a mí me dijeron que dijeron que ella habló mal de vos”. “Ah, ¿ella habló mal de mí? La desgraciada”. Entonces, la empiezo a mirar extraño porque la empiezo a estudiar. Y ella, a su vez, me empieza a mirar a mí y piensa: “¿Por qué me mira raro?”, y empieza a mirarme raro a mí. Y yo digo: “Claro, desgraciada, lengua de víbora”.
Entonces, uno empieza a pensar así: “No, porque a mí me dijo mi cuñado que le dijo a mi prima que le contó a mi suegro. Y yo no lo voy a permitir que mi cuñada le hable de mi suegra a mi consuegro por mi primo porque yo no le permito a mi hijo se junte con la amiga de mi primo”.
Hay veces que algunas personas que vienen, te cuentan sus problemas y Dios te sana el insomnio, porque te empiezan a contar los problemas familiares y vos te dormís en el nombre del Señor. 

4º Decisiones estúpidas basadas en la distracción
La distracción hace tomar malas decisiones. Ejemplo: “Ahora quiero que vayas a hacer un trámite. Cuando vayas allá, pedí por Carlos Hernández, ¿entendiste?”. “Sí”. Va a hacer el trámite y le dicen en el mostrador: “Sí señor, ¿usted viene de parte de alguien?”, “No”. Estuvo en el lugar 5 horas. Cuando llega a la casa, le preguntan: “¿Por qué tardaste tanto?”, “Porque no me atendían, había un montón de gente”, “¿Pero le dijiste que fuiste de Carlos Hernández?”, “Ah, ¿Hoy era? Yo pensé que Carlos Hernández era el carnicero de la esquina que tenía que ir a comprar”. Gente distraída. Otro ejemplo, vos le decís: “Escuchame, cuando yo te llame, vamos a pasar la ofrenda, vos parate acá, ¿entendiste?”, “Sí, ok”. Y agarra el tacho y se para en otro lado. ¡Gente que está distraída! ¡Gente que le das una indicación y está en la luna! 

5º Decisiones estúpidas basadas en no planificar
En el congreso anterior, se vino gente de Jujuy con los hijos sin haber reservado hotel, sin plata, a dedo. Hay gente que dice: “Y, bueno, lo vemos”. “Vos vas a ser socio con esta persona, ¿vos la conocés bien?”, “Somos como hermanos”.
Hay gente que no planifica, que no investiga, que no se documenta. Cree que creer en la fe es ser un estúpido, y dicen: “Y, bueno, Dios proveerá”. Este negocio que estás poniendo, ¿tenés capital para mantenerlo?
Acá te vamos a enseñar a planificar, te vamos a enseñar que pensar es de cristianos y que cuando una persona planifica y está llena del Espíritu Santo, todo lo que haga le saldrá bien.
Me contaron de una persona que compró un auto, que era un “gemelo”, era robado. Y después lo metieron preso al hombre. ¿Pero vos averiguaste antes de quién era el auto? “No, me dijeron que era cristiano el que me lo vendió”.
Es gente que no planifica, que dice: “Bueno, lo vemos, que sea lo que Dios quiera”. 

5º Decisiones estúpidas tomadas por el orgullo
Gente a la que vos le decís: “No prestes plata, porque la Biblia enseña a no prestar plata, ¿entendiste?”, “Sí”. Y después prestan plata. Después vienen llorando: “Pastor, no me quieren prestar plata y es líder ¡haga algo!”.
Gente que por soberbia, por orgullo, reciben una indicación de Dios, y en vez de ponerla por obra, tal cual Dios se la mostró, hacen lo contrario. Dios te dice: “No mientas, no robes, no engañes”, y vos decís: “Y bueno, no importa. Y yo ví un papelito y me lo afané en el negocio pero me descubrieron, y perdí el laburo”. ¿Por qué? Por orgulloso.   

Cómo tomar decisiones ganadoras 
Dios va a levantar una generación de gente que va a tomar decisiones sabias, poderosas, ungidas. Vamos a encontrar nuestro futuro en bendición porque tomaremos las mejores bendiciones. Durante años fuimos como Jefté, hemos matado nuestro potencial, hemos matado en el nombre del Señor nuestro futuro por decisiones estúpidas. Hemos quebrado todas las promesas que Dios nos había dado, pero Dios va a levantar una generación, una iglesia, que va a tener una mentalidad ganadora, una mentalidad llena de la Gloria del Señor y tomaremos las mejores decisiones. 

1º Tengo que tener una mentalidad orientada a la bendición 
Cuando Jesús tenía unos panes y unos peces, Él vió multiplicación. Cuando estaba sobre el mar, Él no vió el mar, Él vió un puente sobre dónde caminar. Cuando Él estaba en una fiesta y no había vino para tomar, Él no vió agua, vió agua cambiada en vino. A Jesús nunca lo vas a encontrar diciendo: “No se puede”. Él nunca dijo la palabra imposible, porque su mentalidad estaba orientada a la resolución de problemas. Él nunca tuvo ansiedad, Él nunca conoció límite y nunca le temió al diablo porque su mentalidad estaba orientada hacia la bendición. Si vos querés tomar decisiones, empezá a orientar tu mentalidad hacia la bendición porque bendición y prosperidad es tu herencia. 
Prosperidad no es tener cosas, es tener acceso a los bienes de Dios.
Ejemplo, yo tengo un traje. El traje no es prosperidad porque yo salgo, me como un sándwich de tomate y se me ensució. Tengo un coche nuevo, esto no es prosperidad, porque salgo, me lo roban y se me fue la prosperidad. Prosperidad no es tener dinero, porque hoy tenés dinero y te lo roban y se te fue la prosperidad.
Prosperidad es acceder a los bienes de Dios.
Yo perdí este coche pero no me importa, porque mi prosperidad no es el coche, mi prosperidad es acceder a Aquel que me dio el coche. Porque Aquel que me dio este coche, tiene otros coches para darme. No me voy a preocupar porque Aquel que me dio este traje que me robaron, es Aquel que me dará otros en el Nombre del Señor.
Prosperidad no es lo que tengo, es que puedo ir a Aquel que me dio lo que tengo para darme mucho más.
Si entendés la definición de prosperidad, nunca más vas a entrar en la preocupación. Porque hoy perdiste el trabajo pero no dejaste de ser próspero. Porque prosperidad no es tener el trabajo que tenías, es ir a la fuente de Aquel que te dio el que tenías, porque tiene miles de trabajos mejores para darte.
Dios va a levantar una iglesia próspera que va a tener acceso a los bienes de Dios, y los bienes de Dios estarán en las manos del Reino. 

Siempre buscá la bendición
Cómo detesto a la gente que dice: “Yo no quiero prosperidad, yo quiero hacer la voluntad de Dios”. La voluntad de Dios, Dios la escondió en tu pasión, lo que te apasiona, lo que te entusiasma: la música, el teatro, a ser empresario, etc. Eso que te apasiona, eso que te gusta, eso es la voluntad de Dios. Dios escondió su voluntad en tu pasión. “Deléitate en el Señor y Él concederá las peticiones de su voluntad” que escondió en tu corazón. La voluntad de Dios es tu pasión, y tu pasión es la voluntad de Dios, y Él te dará acceso a sus bienes para cumplir su voluntad. 

La otra vez, una persona me dijo: “Pastor, yo no creo en la prosperidad”. Entonces, reciben pobreza. “Yo no creo en milagros”. Ok, muéren reventados. “Yo no creo que la familia completa se pueda convertir”. Ok, que se vayan al infierno, porque lo crees, recibes. Y vos y yo tenemos que tener una mentalidad de prosperidad, de crecimiento, orientada a la bendición.

Vos tenés que decirle al diablo: “Me hubieses matado cuando podías, porque ahora estoy teniendo mentalidad de bendición, seré tu peor pesadilla. Porque entraré a los bienes de Dios y los tomaré. Aquello que me has robado, volverá a mi mano, en el nombre del Señor. Tomaré las mejores decisiones que nunca jamás la iglesia tomó”.
Dios va a levantar una iglesia próspera, rica, bendecida, sana y en victoria.
Porque mi Biblia dice en Romanos 8:32 “El que no escatimó ni a su propio hijo sino que nos lo entregó. ¿Cómo no nos dará todas las cosas?”. Si Dios me dio la sangre de Cristo, ¿Cómo no me va a dar la casa que quiero? Si Él entregó la sangre de su hijo, ¿cómo no me dará un trabajo próspero? ¿Cómo no recibiré la sanidad? Aquel que nos dio su hijo, me dará todas las cosas con Él. 

“Sí, pero viene al congreso y había una viejita que no tenía silla. Muy mal organizado”. Sí, pero había cinco mil que tenían silla. 

Hay tres tipos de cristianos:
- El cristiano “lo siento”: lo siento, no lo siento, lo siento. La unción está sobre mí, lo siento. No lo siento, la unción no está sobre mí.
- El cristiano “yo opino”: yo opino que prosperidad es un tema controvertido y eso de potencial ¿en qué texto bíblico está?
- El cristianos “que sabe”: Yo sé que todo lo puedo en Cristo que me fortalece; Yo sé que sé que sé que Dios si me entregó la sangre de Cristo, Él me dará con Él todas las cosas; Yo sé que iré de Gloria en Gloria y de Poder en Poder; Yo sé que si Dios es conmigo ¿quién contra mí? Yo no lo siento, yo no lo opino porque la fe no se discute, la fe se vive, se cree y se experimenta. 
¿Te imaginás cuando Noé hizo el barco? Hizo el barco, llama a todos los animales y la gente se reía “Si nunca llovió, y ponés todo lo que tenés en tu sueño. Y hacés un barco que nadie hizo. Encima junta todos los animales, no le alcanza con la familia que tiene”. Pero vino el diluvio y la gente murió. Noé sonrió porque el que ríe último, ríe mejor. Aunque la gente se burle, en Dios siempre nos vamos a reír. En Dios, al final, tendremos la sonrisa. Hoy la gente se ríe de tu vida, hoy la gente se burla de tu potencial, pero al final, yo te aseguro en el nombre del Señor, que la sonrisa va a estar en tu boca porque Dios te va a respaldar. Gloria al nombre del Señor. Cuando paró el diluvio, el barco quedó atascado en la cima de la montaña. Porque cuando pase tu prueba, estarás encajado en la cima de la montaña. Esta prueba no te va a matar, no te va a destruir, solamente te dejará en la cima de la victoria. Hoy parece que hay diluvio, pero mañana estarás festejando tu victoria. Hoy estás caminando, pero arriba de la montaña, plantarás bandera en el día de mañana.
Tenés que tener tu mente orientada a la bendición: “Yo tengo acceso a los bienes de Dios porque mi Dios es dueño de los cielos y la tierra y yo soy su hijo heredero en Él y coheredero con mi hermano mayor Cristo, el Señor. Yo tengo una mentalidad orientada a la bendición”.   

2 º Tengo que tener una mentalidad orientada a superarme a mí mismo
Si vos querés tomar buenas decisiones, vos tenés que romper tus propios récords, superarte a vos mismo. Vos no necesitás competir con nadie porque vos no le tenés que ganar a nadie, vos tener que ganarte a vos mismo. Vos tenés que superarte a vos mismo, si estás en cinco, tenés que estar en seis. Vos estás acá porque querés superarte.
Yo estoy donde estoy, pero donde estoy no es todo donde puedo estar. Lo que ves no es todo lo que soy, hay potencial divino dentro mío que si yo me supero, yo lo voy a liberar. Yo puedo mejorar todo lo que tengo y todo lo que soy, paso a paso, poco a poco, en el nombre del Señor.
Nunca jamás compitas con nadie. Dice que Jesús iba a sanar a la hija de Jairo, una jovencita de doce años que se había muerto. Y cuando iba camino a la sanidad, vino una mujer con flujo de sangre por doce años, ella toca el manto del Señor y es sana. ¿Por qué Jesús se detuvo? Dijo: “¿Quién me tocó?” y la mujer dijo: “Señor, yo te toqué” y Jesús le responde: “Vete y no peques más”.
¿Por qué Jesús se detuvo en vez de seguir de largo? Si sabía quién lo había tocado. Esa mujer que tenía cáncer vaginal durante doce años, y Él iba camino a sanar a una jovencita de doce años que estaba muerta. Porque siempre, antes de hacer un milagro en tu vida, Dios va a poner un testimonio que es el anticipo de lo que Dios hará en tu vida. Esa mujer lo tocó y Él dijo: “¿Ves Jairo? Yo sané a esta mujer de doce, y a esa niña también de doce la voy a sanar”.
Cada vez que Dios bendice a un hermano es porque la bendición que sigue, va para tu vida. Cada vez que Dios sana a alguien es porque la bendición que sigue es para tu vida.
Nunca compitas con nadie, tu hermano es la bandera de Dios que está indicando la próxima bendición para tu vida. 
Decí: “No tengo que probarle nada a nadie”

Vos no tenés que demostrarle nada a nadie. “Vas a la iglesia esa. Quiero que me expliques, que me demuestres…” No tengo que explicarte nada.
El diablo le dijo a Jesús: “Si eres hijo de Dios, demostramelo”. “Te lo voy a demostrar en la cruz cuando te rompa la cabeza, diablo inmundo”.
No le demuestres nada a nadie, vos ya sos hijo, ya estás aceptado, tu autoestima ya está sanada y todo lo que hagas te saldrá bien. No necesitás probarle nada a nadie porque estás libre de la gente. 
O avanzamos o morimos.
O crecemos o nos detenemos. 
Vos sos el mejor capital para invertir. Vos tenés que invertir en vos, vos sos lo mejor que Dios tiene. Invertí en tu crecimiento, en cassettes, en libros, en tiempo de tu formación, en discipulado. Porque ni vos sabés lo que Dios puede hacer. Nadie todavía sabe el gran potencial que Dios puso dentro nuestro. Hay un poder ilimitado que levantó a Jesucristo de los muertos, ese mismo poder, el Espíritu de Dios, está dentro nuestro y pronto va a hacer cosas en nosotros, más grandes que las que el mismo Jesucristo hizo. Porque Jesús dijo: “Lo que yo hice, lo vas a hacer y aun más grande”.
Por eso, tenemos que superarnos. Superarse quiere decir: tener mentalidad de cierre. Nunca aceptes un “no puedo”. Los que trabajan con nosotros, pregúntenle; los pastores, nunca aceptamos un “no puedo”. Se puede hacer porque Todo lo puedo en Cristo. Hay alguien que está haciendo lo que otro te dijo que no se podía hacer. Si otro lo puede hacer, vos también lo podés hacer. Si otro lo tiene, vos también lo podés tener.
Walt Disney decía: “Si logramos perseverar, cualquier sueño se cumplirá en nuestra vida”. Y yo lo creo. 
Leí que John Maxwell, el famoso autor de liderazgo, le dijo a su secretaria: “Llameme al señor tal”. A los veinte minutos, llama de vuelta a su secretaría y le dice: “¿y? pásame el llamado”. La secretaria le responde: “No, doctor, no puedo encontrar el teléfono”, “¿No lo puede encontrar?”, “No, no existe el teléfono”, “¿No existe? Venga con la guía telefónica”.
“Siéntese”. La sentó a la mujer y agarró la guía. Dos horas y media estuvo buscando, cuando lo encontró, le dijo: “Acá está. La próxima vez no me digas que no se puede”.

El Señor se va a sentar al lado y te va a decir: “No me digas que no se puede”. 
Pueden pasar cinco años, pero Caleb dijo: “Lo que Dios me prometió es mío”. Pueden pasar quince años en el desierto, no importa que estés en el desierto, lo que importa es que está en tu corazón lo que Dios te prometió. Porque pueden pasar quince, veinte, treinta, cuarenta años, pero si lo crees en tu corazón, no importa el tiempo, lo que es tuyo siempre será tuyo, sólo hace falta que perseveres y un día los gigantes te darán la bienvenida a la tierra de tu bendición. Porque los problemas son los carteles de Dios que dicen: “Bienvenido, has salido de tu desierto y has llegado a la tierra de tu bendición”. 

3º Tengo que tener una mentalidad orientada a la paternidad
Necesitás un padre espiritual, necesitás un mentor, una madre espiritual. Vos necesitás a alguien que está delante de ti en la carrera para guiarte. El Señor me dijo: “Donde no hay paternidad, hay maldición”. Y mucha gente ha tomado malas decisiones por ser huérfanos, tienen un espíritu de orfandad. Nadie te enseñó, nadie te guió, o los que te guiaron, peor, estaban detrás tuyo en la carrera.
Para encontrar un padre espiritual, hace falta tener un corazón de hijo. En estos años, Dios está levantando padres espirituales. Pablo dijo: “Hay muchos maestros, pero pocos padres”.
Si nosotros, Presencia de Dios, hemos llegado hasta aquí fue porque Alejandra y yo fuimos padres espirituales de los pastores. Y otros fueron padres espirituales: Lucas Márquez, por ejemplo.
Nunca le preguntes a alguien que está detrás tuyo en la carrera corriendo, porque el que está detrás tuyo necesita ayuda. Tenés que buscar a alguien que esté delante tuyo. Timoteo se juntó con Pablo; Eliseo se juntó con Elías; Otoniel se juntó con Caleb, pero Sansón se juntó con Dalila. Vos tenés que tener una mentalidad orientada a la paternidad. Hay alguien que ya cumplió tu sueño, tenés que descubrir dónde está, pagarle una cena y aprender.
Pero ¿cómo somos los argentinos? Los argentinos no queremos tener un padre porque nosotros las sabemos todas: cómo tener el negocio ganador, cómo tener la familia perfecta, cómo sacar el país adelante, cómo hacer la campaña evangelística.
La gente hace dos estupideces y se cree padre espiritual. Pero Dios va a levantar una mentalidad orientada a la paternidad. Paternidad es juntarte con los mejores. Donde no hay paternidad, hay maldición. Luego de la salvación, lo segundo que necesitamos todos los cristianos es paternidad. Nunca camines con los peleadores, con los negativos, con los chismosos. Porque el chismoso es alguien que no tiene un sueño. Porque cuando vos tenés un propósito en la vida, no tenés tiempo para pecar.
Nunca camines con Saúl. ¿Sabés por qué David no lo mató? Porque los Saúles se matan solos. Nunca tomes venganza de nadie, porque tu enemigo se destruirá solo. Buscá la gente del Reino y pegate a ellos, no para ir a comer pizza y hacer un vínculo almático sino para aprender a través de su cassettes, de su palabras, de sus libros. Pero pegate a alguien: un líder, un pastor, alguien. Mucha gente dice: “Pastor, yo soy de tal ciudad, las iglesias son un desastre”. Buscá un padre, si vos sos un hijo, hay un padre para tu vida.
Cuando uno tiene un corazón de hijo, tiene un corazón de humildad. Filipenses 2 dice que humildad no es decir: “Soy una porquería, no sirvo para nada”, sino que humildad es: “Tengo un corazón de hijo, necesito que alguien me guíe, alguien me forme, alguien me ministre, alguien me entrene, alguien que me pase su manto porque yo quiero ser papá para otros. Yo quiero formar a otros”.
Un buen padre es quien fue un buen hijo. Vos podés venir a aprender algunas cosas, o vos podés tener un corazón de hijo y aprender una nueva manera de pensar. Vos podés venir a aprender algunas cosas de alguien o vos podés venir a tomar una paternidad espiritual y aprender su manera de pensar. Porque la más grande unción no es la que te soplan, es la unción relacional, con la cual caminás. Eliseo caminó doce años con Elías, no recibió la unción de Elías, Eliseo recibió la mentalidad de Elías y después recibió la unción. Y Dios va a levantar cristianos con mentalidad.
Nosotros no queremos enseñarte dos o tres cositas buenas para que vos vayas a tu iglesia y las enseñes, queremos ser padres espirituales, queremos impartirte una mentalidad para que vos cambies tu manera de pensar. 

Para ser padre vos tenés que tenés un corazón de humildad.
Dice Filipenses 2 que Jesús se despojó y bajó y se hizo hombre, bajó y se hizo siervo, bajó. Y Dios lo exaltó y le dio un nombre sobre todo nombre. En Lucas 10, los setenta van a predicar, y cuando van a predicar, sacan demonios. Y Jesús les dice: “Yo veía a Satanás caer como un rayo”. Porque la gente orgullosa cae, la gente humilde baja. La gente orgullosa cae como un rayo para perderse, la gente humilde baja para que Dios lo levante para que le de un nombre sobre todo nombre. Porque la Biblia dice: “Engrandeceré tu nombre, te bendeciré y serás de bendición”. Y Dios va a levantar una iglesia con corazón de hijo, una iglesia orientada al crecimiento, una iglesia próspera, una iglesia ungida, una iglesia que va a liberar su potencial y todo lo que hagamos nos saldrá bien.
Iremos de Gloria en Gloria. 
Hablaba con un matrimonio que vienen de otra iglesia, me dicen: “Nosotros vamos a una iglesia acá cerca donde están guardando comida porque el Señor le mostró a la apóstola que viene una guerra civil. Y ya hicimos varios simulacros, guardando la comida”. Eso no es paternidad, eso es estupidismo porque algunos esperan una guerra civil y otros esperamos un avivamiento.
La otra vez escuchaba: “Traé una ofrenda de 365 pesos, un día para cada día del año, para que Dios te bendiga el año”. Y había gente que daba ese dinero. Yo sé que Dios bendice a esa gente porque está siendo engañada. Yo creo que hay que dar y lo he hecho toda mi vida, yo creo que podemos pactar con el Señor. Pero yo creo que hace falta paternidad, que alguien nos guíe, que alguien nos enseñe a subir a la montaña. Nunca vas a subir a tu monte solo, hace falta el hermano que tenés al lado y delante tuyo el padre espiritual que te guíe. 

Vienen días donde la iglesia no caminará huérfana. La mejor gente de la tierra te va a ministrar. La mejor gente del planeta tierra te va a ministrar revelación, unción, estrategias, diseños divinos, enseñanzas. Años atrás ser pastor era: “Tiene el santo llamamiento del pastorado”. Eso fue una estupidez porque ahora vienen los mejores llamamientos: vas a ser el mejor empresario, vas a ser la mejor profesional, vas a ser el mejor presidente del país, vas a ser el mejor diputado, vas a ser el mejor artista. Todo lo que hagas te saldrá bien. Porque no vamos a ser un grupo de borregos gritando acá y siendo unas ratas afuera. Vamos a ser la herencia, el adn de Dios. Y todo lo que hagamos afuera, nos saldrá bien, porque tendremos una mente hacia la bendición, hacia la autosuperación y hacia una paternidad divina. 


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