LA FE



QUE ES LA FE?
La fe  es la que desata el poder de Dios,   es la decisión y disposición de creerle a Dios por amor a Él. La fe es la fuerza que necesitas para recorrer su camino. El mayor honor posible que se le puede dar a Dios es creer y confiar en Él. La fe es uno de nuestros recursos más valiosos, es lo más importante en la vida de un Cristiano.
 La fe es el único medio que nos lleva a una total dependencia de Dios. Empieza a edificar tu fe; esa fe que se enfoca en Dios y no en las circunstancias. La perfecta fe reposa en el Señor.
LA FE  ES:
- Confianza total que se tiene en Dios.
- Creerle a Dios.
- Esperanza en Dios.
- La capacidad de poder creer en Él, a pesar de que nuestros sentidos perciben lo contrario a nuestra creencia.
- Esperar en Dios con firmeza y seguridad sobrenatural.
- Dar algo por hecho.
- Confianza plena en Dios, para recibir lo imposible al ojo y mente humana.
- Estar  convencido de que lo que no ves, lo verás
- Lo que nos permite recibir lo solicitado.
- El elemento necesario para la oración eficaz.  Mateo 21:22
- La fe  nos asegura en medio de la noche más oscura, amanecerá...
- Capacidad de visualizar lo que no es como si ya hubiera sucedido.
¿QUÉ PRODUCE LA FE?
- Produce salvación: Sin fe no hay salvación.
- Produce seguridad: Quien está en Cristo, vive en seguridad aunque as circunstancias sean adversas.  Salmos 46:1-3 y 27:1-3- Conduce a la victoria: La fe siempre ve posibilidades. 1Juan 5:4-5
- Produce esperanza: Romanos 5:2
- Produce confianza: 2 Corintios 5:7
- La fe testifica al incrédulo.

Cosas que debilitan la fe del creyente

Tribulaciones y persecusiones.  Mateo 24:9-12
Descuido de la salvación.  Hebreos 2:1-3
No congregarse.  Hebreos 10:22-25
No obrar de acuerdo a la fe, porque la fe sin obra es fe muerta.  Santiago 2:20

Cómo aumentar  tu fe?

1.    Mediante ayuno y oración.  Mateo 17:17-21
2.    Escuchando  su Palabra.  Romanos 10:17
3.   Conociendo personalmente al Señor Jesucristo.    Conocerlo  aumentara tu confianza en El. 

Obstáculo de la Fe
La  duda    Uno de los obstáculos más grandes que un creyente tiene cuando se acerca a Dios en oración, es la duda, Marcos 11:23.     La única manera de deshacernos de la duda es reconociendo que El es el Señor y  que está con nosotros.  Este  sería el antídoto en contra de la duda o  desconfianza, Salmo 46:10-11.  La  duda  es un espina, un aguijón molesto.   El que duda no tiene firmeza ni estabilidad,  Varía,   es inconstante, está a merced de lo que marquen los acontecimientos. En un momento es una ondulante torre de agua poderosa,  al siguiente se derrama, pierde su forma, se deprime y desaparece. El que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra." Santiago 1:6


LA  FE REQUIERE INTIMIDAD CON DIOS
Al leer Hebreos 11, encontramos un denominador común en las vidas de las  personas mencionadas, su fe nació de una intimidad profunda con el Señor.
La fe verdadera nace en la habitación secreta de oración íntima La fe desata el poder de Dios y se fortalece y se vuelve más profunda a medida que vamos cultivando una relación cada vez más estrecha con nuestro Creador. Sientes realmente el poder y la presencia de Dios que te rodea cuando entras en intimidad con el Padre. Dios es un Dios que se mueve en la intimidad. Si pasas tiempo de calidad en su presencia, seguro que la fe vendrá. Él hará nacer la fe en tu alma como nunca lo habrás visto.
LA FE VE MAS ALLA DE LO VISIBLE
La verdadera fe siempre contempla las cosas que están ocultas a los ojos.  La fe actúa y se activa cuando no se ve nada. La mayoría de las personas construyen sus vidas sobre las realidades visibles “Lo que se ve” proporciona el lugar sobre el cual se está firme. Nuestra certeza se halla en “lo que se espera y en lo que  no se ve. Para muchos nada podría ser  más incierto que “lo que no se ve”. La fe consiste en resistir a pesar de todas  las apariencias, es el convencimiento absoluto de alcanzar lo que todavía no se ve. La verdadera fe, ve la luz en la más profunda oscuridad, y tiene la llave del cielo en sus manos, la fe grande agrada al Señor. En la Biblia se nos enseña lo que es fe: "La certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve..." (Hebreos 11:1)
Recuerda que la fe es ver más allá de lo visible y lo temporal. Porque sabemos que nuestra vida está en manos del TODOPODEROSO.
LA FE ES SOMETIDA A PRUEBA
Pedro 1:7 nos dice que la fe es más preciosa que el oro, pero además dice que es sometida a prueba, para ser hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo. La fe cuanto más se ejercita en la tribulación, más crece en firmeza, en seguridad y en intensidad. Se necesita estar ante una adversidad para ejercitar la fe; tiene que haber un encuentro entre el problema y la palabra de Dios. Es entonces cuando nuestra fe es probada como se prueba el oro.
Regocijémonos que nuestras pruebas solo duran "por poco tiempo", pero también regocijémonos que nuestras pruebas han sido usadas con el propósito de probar nuestra fe. La clase de fe que Dios desea de nosotros se logra a través de "la práctica de la fe" que obra en nosotros cuando estamos en el crisol de la prueba. Cuando tu fe sea probada, no permitas que la prueba acabe con tu fe, sino al contrario, que por medio de tu fe,  ésta acabe con la prueba, obteniendo la victoria y alcanzando los propósitos de Dios. (1.Pe.1:5)     LA PRUEBA DE LA FE ES UNA OPORTUNIDAD PARA VER LA GLORIA DE DIOS
LA FE MUEVE MONTAÑAS
¿Cuantas veces en nuestras vidas se nos presentan grandes montanas?  Montañas que al parecer son invencibles. En este día, ¿Cuál es tu montaña? Tal vez es una enfermedad incurable, tu esposa(o), hijos, vicios, trabajo, deudas, problemas, secretos pasados, una relación indebida, etc. Cualquiera que sea tu montaña hoy la puedes mover en el nombre del que todo lo puede, Jesús de Nazaret. La Biblia nos dice en Marcos 9:23 que “…si puedes creer, al que cree todo le es posible” Atrévete a creer, atrévete a creer en la palabra. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.  
“Si tuvieran fe como un grano de mostaza le dirían al monte pásate de aquí a allá y se pasará”. Mateo 17:20.     Muchos creen que la fe para mover las montañas, no se puede obtener, sin embargo esta fe no es algo fenomenal, sino más bien una fe persistente, una fe que se sostiene y que no se debilita bajo las pruebas,  es una fe que rechaza el testimonio de los sentidos naturales y mira a la Palabra de Dios como la única evidencia suprema de que algo es verdad, así es la fe sencilla del grano de mostaza, que Cristo dijo que era suficiente para mover montañas. Lo único que necesitamos es una fe como un grano de mostaza. No vivamos la vida con mentes limitadas.   ¿CUÁNTO HACE QUE NO MUEVES UNA MONTAÑA?   Dile a tu montaña, en el nombre de Jesús, Quítate y será hecho.
SÉ FIRME EN TU FE
Cuándo empezamos a orar en fe, nos disponemos para una marcha. Como un barco navegando desde un destino a otro. No llegaremos a nuestro destino, si cambiamos nuestra ruta continuamente. No debemos de ser "inestables" en nuestras oraciones, un día creyendo, y el próximo dudando. La oración de fe es una decisión de creer, fijados en la meta de nuestra fe hasta que llegue a ser una realidad. Satanás nos ataca con temores y dudas, tratando de conseguir que nos salgamos de nuestro camino de fe". Cuantas veces empezamos bien nuestro caminar en fe, pero venimos bajo el ataque de Satanás, y nuestras emociones empiezan a venir en aprieto. Somos empujados, por un lado a creer, y por otro lado a ceder al miedo y a la duda. Tenemos que caminar en nuestra oración de fe, declarando las poderosas promesas de Dios.
Nuestra fe es una de las grandes armas que Dios nos ha dado. Si Satanás puede derrotar nuestra fe, seremos débiles y vulnerables, abiertos a la tentación.
Nuestra fe es más preciosa que nada de lo que podamos disfrutar en esta vida. Cuándo Satanás ataca nuestra paz, trabajo, finanzas, matrimonio, salud, o familia, el ataque principal no es contra estas cosas, sino contra nuestra fe en Jesús.
No nos rindamos al temor y a la duda, pongamos completamente nuestra confianza en nuestro Padre Celestial. Si queremos ver la victoria tenemos que estar firmes en nuestra fe.

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